domingo, 10 de junio de 2018

Un metro 52 de dulzura, cabellos dorados y amor...

Con su presencia, lo convierte todo en mejor.
Sus bellos ojos pueden ver, lo que yo no;
y darme ideas que por mi cuenta no soy capaz,
a pesar de que por mucho, yo la supero en edad.

En ella está lo que la humanidad perdió:
Luz y bondad que no tienen igual,
y un corazón como no hay dos.
Todo en un envoltorio que hace sentir orgulloso
al mismo dios que la creó...

Soñadora y realista, visionaria y perseverante.
El futuro ya la espera impaciente,
pues todo lo que emana de ella deja un eco
con ruido a promesa que suena fuerte.

Ella es inocencia y belleza.
Un tesoro perdido que estaba a la vista de todos...
Un espíritu joven con la sabiduría de mil vidas.
Pureza en acción, que me enseña con su ejemplo...
Una mujer como no hay otra en un millón,
que por suerte o destino,
se cruzó en mi camino
y me eligió.